La larga sequía del año hidrológico 2004-2005 alteró incluso el ritmo fenológico de numerosas plantas. Con la llegada a mediados de agosto de las tan anheladas lluvias, algunas plantas de habitual floración primaveral florecieron, totalmente fuera de temporada. Durante aquel otoño, en el Bages se observaron ejemplares en flor a destiempo de numerosas especies como el cerezo (Prunus avium), la jara blanca (Cistus albidus), la zarza (Rubus ulmifolius), la hiniesta (Cytisophyllum sessilifolius), la oreja de oso (Ramonda myconi), orquídeas como Cephalanthera rubra… y tantas otras.
Resultado de esta anomalía fenológica es la imagen insólita del acebo (Ilex aquifolium) con dos tipos de frutos, rojos y verdes, obtenida el mes de noviembre de 2005. Los frutos rojos, maduros, corresponden a la floración primaveral; mientras que los verdes, tanto por su color como por su estado de maduración, son resultado de la inesperada segunda floración del acebo al final del verano de 2005.
[foto Florenci Vallès, 2005]