Alhucema

Lavandula latifolia

La alhucema (Lavandula latifolia) es una mata de la familia labiadas que huele a lavanda, aunque su olor no es tan intenso y agradable como el del espliego (Lavandula angustifolia), al que se parece mucho y con el que se llega a hibridar.
Sus tallos son leñosos y tortuosos en la base, con porte de tronco viejo y llenos de hojas, mientras que los superiores son verdes y gráciles, de sección cuadrangular, poco ramificados y prácticamente afilos. Las hojas son alargadas y elípticas, de unos 30-60 x 5-8 mm, más anchas en su mitad apical, con la punta redondeada y atenuadas hacia un inexistente pecíolo, grisáceas y aromáticas. Se disponen opuestas. En la base del tallo suelen quedar algunas hojas secas, mientras que los esbeltos tallos florales suelen tener solo uno o dos pares de hojas menores y más verdes. Las flores se agrupan en verticilastros densos, los inferiores algo espaciados, los superiores formando una inflorescencia continua. Estas flores nacen de brácteas estrechas con un pedúnculo cortísimo, poseen un cáliz tubular terminado en 5 dientes matizados de violeta y una corola igualmente en tubo estrecho, totalmente violeta acabado en 5 lóbulos pequeños dispuestos 2 arriba y 3 abajo. La alhucema florece en agosto y septiembre, como la ajedrea (Satureja montana).

La alhucema es muy común en la comarca de Bages. Vive principalmente bajo la sombra rala de los pinos, en terrenos relativamente secos e incluso rocosos.

La alhucema se utiliza en perfumería, aunque está lejos de ser tan apreciada como el espliego. El espliego tiene hojas más cortas y estrechas que la alhucema y sus tallos florales normalmente no se ramifican. Pero el espliego no encuentra en la comarca de Bages, hay que ir a encontrarlo a las comarcas vecinas del norte, en el Solsonès y el Berguedà.

[fotos Jordi Badia]