Durillo

Viburnum tinus

El durillo (Viburnum tinus) es un arbusto grande que alcanza los 4 metros de altura, de la familia Caprifoliáceas.

Sus tallos jóvenes son rojizos, pubescentes y flexibles, y al envejecer pasan al verde y después al gris a la vez que pierden los pelos y se endurecen. Las hojas se disponen opuestas, alternando su orientación 90º a cada par consecutivo en la rama, con lo que se ordenan en 4 hileras (foto 4ª). Estas hojas son perennes, tienen el limbo entero, ampliamente ovado de hasta 10 cm de longitud con la punta subaguda y el pecíolo de alrededor de 1 cm. El limbo es grueso y moderadamente rígido, brillante y lampiño en el anverso, y con pelos claros en el margen que se observan a contraluz. Este modelo de hojas planas, anchas, endurecidas y persistentes característico del durillo, del laurel, del madroño y de otros arbustos y árboles se denomina laurifolio; es el modelo de éxito en territorios de clima húmedo sin frío ni estaciones desfavorables.

El durillo inicia la floración en tiempo aún invernal. Forma inflorescencias en corimbo de 3-8 cm de diámetro, hemisféricas y compactas, con numerosas flores de corola blanca, vistosas aunque inodoras. Las flores tienen en la base un cáliz casi imperceptible en forma de corona con 5 puntas, una corola acampanada de simetría radiada abierta en 5 pétalos redondeados de color blanco en su cara interna y con un matiz granate de intensidad variable en su cara externa, 5 estambres blancos que alternan la posición con los pétalos y que sobresalen del tubo de la corola, y un pistilo con ovario y estigma aunque sin estilo largo. Los primeros capullos florales de las nuevas inflorescencias suelen coincidir con los últimos frutos de la temporada anterior (foto 3ª). El fruto es una drupa elipsoidal de 6-8 mm, de color violeta oscuro metalizado.

El durillo vive bajo la sombra densa de las encinas y a plena luz en la maquia, en las comarcas litorales y prelitorales de Cataluña incluyendo la comarca de Bages en la que es mucho más frecuente en su mitad sur. En las localidades donde aparece, suele ser abundante. En cambio, falta en las tierras más continentales con temperaturas más extremas y pluviosidad menor, y en altitudes más elevadas. En la comarca de Moianès, el durillo es tan solo, por ahora, testimonial. El factor limitante de la distribución del durillo hacia el interior de Cataluña es, o había sido, el rigor invernal. Cabe esperar que, con el aumento global de las temperaturas y la ausencia de olas de frío, el durillo avance hacia el interior por el valle del Llobregat. El durillo es también una planta popular en jardinería.

El durillo posee una gran capacidad para sacar nuevos retoños después de un incendio, con lo que puede llegar a ser la planta dominante en áreas que han sufrido incendios recurrentes. En períodos de sequía, el durillo muestra un porte decaído con las hojas colgando, aunque sin llegar a secarse o a caer. El estado fisiológico del durillo es indicador de la distribución de las tormentas locales que han mitigado la sequía estival.

El durillo es pariente de la lantana (Viburnum lantana), un arbusto de hojas caducas que vive en los robledales.

[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª y 4ª) y Florenci Vallès (3ª)]